El movimiento estudiantil, de pie y en lucha por la educación pública



16/09/10

Asambleas, cortes de calles, movilizaciones… Facultades, colegios y profesorados, paralizados por las tomas. El movimiento estudiantil se ha puesto de pie para pelear por la educación pública.
Sólo con esta importantísima lucha, que comenzó con las tomas en los colegios secundarios, extendiéndose después a otros sectores, ha sido posible poner en discusión nuevamente la pésima situación en la que se encuentra la educación pública. Por igual, los gobiernos de Kirchner y Macri, así como todos los restantes gobiernos municipales y provinciales, siguen ajustando año tras año sobre la educación, profundizando el desfinanciamiento, que se evidencia en los magros salarios de los trabajadores docentes, las pésimas condiciones edilicias y la falta de los insumos más elementales. Y esto, por no mencionar la (casi) inexistencia de becas, comedores y boleto estudiantil, que, entre otros beneficios, supieron ser conquistados en su momento gracias a la combatividad del movimiento estudiantil.
Y sólo con la profundización de la lucha y la movilización será posible avanzar en la conquista de las reivindicaciones que hoy se levantan desde cada espacio y las del movimiento en su conjunto. Hasta el momento, las tomas, las movilizaciones y las multitudinarias asambleas, dónde se ha avanzado en la coordinación entre los distintos sectores, marcan un camino, que no se debe desviar ante los ataques y la persecución del gobierno (sea nacional o porteño), ni ante sus falsas promesas, sino que debe ser profundizado hasta que se alcancen todos los reclamos estudiantiles.
Avanzar en el fortalecimiento del movimiento estudiantil, creando espacios de organización allí donde no existan y levantando direcciones antiburocráticas y combativas en los centros de estudiantes, representará un avance importante, tanto en la lucha por la educación pública, como en la organización popular en general, que ha de enfrentar a estos gobiernos, como el de Macri o el de los Kirchner, que como representantes y defensores de los grupos empresarios, serán siempre enemigos del pueblo trabajador.